Activos vitales

Si cumpliésemos nuestros sueños y consiguiésemos resolver todas las dificultades, seríamos felices.

¿Cómo podemos acercarnos a esta situación idílica? Solo hay una manera y es personal porque conseguir los objetivos y resolver los conflictos nos acercará a una vida plena.

Al conjunto de todos nuestros recursos y habilidades personales le vamos a llamar “activos vitales”.

Hace unos años estuve en París. Me gusta ir a lugares que aparecen en los libros, en las canciones, en las películas. Mi destino era uno muy concreto, El Café Momus que aparece en la ópera La Bohème. ¡Siempre me atrajo ese lugar! Llegué al número 17, Rue des Prêstres Sant-Germain a la orilla del Sena y me dije: “¡Ya es mío!”. Pero busqué y busqué y allí no estaba… El Café Momus ya no existía y ahora hay un hotel en esa dirección.

¿Saben qué pasó? Que no me preocupé lo suficiente, que no utilicé el tiempo necesario para documentarme y ahorrarme horas de búsqueda. Yo solo tenía un deseo pero mi grado de compromiso para llevarlo a cabo no iba más allá de aprovechar el viaje a París. No perdí un minuto en asegurarme dónde estaba o cómo llegar.

No preparé mi objetivo, no tenía la información suficiente. Y los objetivos no llegan solos.

Pues bien, eso lo hacemos en cantidad de facetas de nuestra vida: no nos ocupamos de adquirir lo necesario para poder “vivir sin tanto pasivo”. Es decir, para fluir, para no estancarnos y no generar frustración.

La vida nos pondrá delante deseos y objetivos que queremos lograr y también nos pondrá obstáculos y objeciones que desearemos solventar rápido y bien. Lo rápido y eficiente con que hagamos estas dos tareas, hará que nuestra vida sea más o menos feliz. Es así de sencillo.

Estuve buscando el Café Momus durante horas y no existía. Es decir, no tenía manera de encontrarlo. Era materialmente imposible.

Eso mismo ocurre con numerosas situaciones de nuestra vida que no conseguimos resolver. Yo solo tuve que reírme y sentirme tonto porque era un simple café que salía en una ópera pero en muchas ocasiones, lo hacemos con las cosas que marcan nuestra vida, nuestra carrera profesional o nuestros sueños y nos alejamos de ellos porque no tenemos cómo llegar. Ese cómo llegar son los activos vitales que debemos procurarnos y de no ser así, nuestra vida será una serie de capítulos con idéntico final: objetivos que nunca se cumplen y objeciones que jamás se solucionan.

Lo primero que debemos tener es inquietud. Nadie vive en paz sin salir de su zona de confort. Confundimos la calma con la felicidad pero para llevar una vida confortable hay que vivir día a día de forma inconfortable. Ya sé que parece una contradicción, pero no lo es.

La inquietud y la quietud son la misma cosa, solo que una es fruto del despertar del alma y la otra del aburrimiento.

Una vez somos conscientes de que nuestra felicidad va a depender de nuestras habilidades y recursos, siendo partícipes de una actitud proactiva, asumimos el pleno control de nuestra conducta vital.

Clarifiquemos qué aspectos de nuestra vida son más importantes para nosotros, pues es ahí donde surgirán los obstáculos que más nos afectan y donde fijaremos nuestros objetivos.

Hemos de generar una predisposición diaria a adquirir activos vitales.

Aclarado esto, estableceremos una lista de los recursos que puedan hacernos falta en ese ámbito. Es más fácil de lo que parece, solo hay que empezar. Establecemos las áreas y ahora los recursos que pueden aparecer en ellas por remotos que parezcan. Ordénalos según te convenga y entonces, elige.

Para enfrentarnos a su desarrollo vamos a utilizar una herramienta de coaching muy sencilla y que pueden utilizar para muchos ámbitos de su vida.

Se trata del acrónimo inglés GROW y corresponde a las iniciales de Goal (objetivo), Reality (realidad), Options (opciones) y Will, que se traduce aquí por plan de acción para conseguir el éxito.

Debemos de definir un objetivo atendiendo al menos a los siguientes criterios:

  • específico (definido y concreto). La definición ayuda a la acción.
  • medible (para poder trazarlo en plazos o micro-objetivos). El primer paso es el más importante del camino.
  • alcanzable (que sea real). No nos hace daño lo que no sabemos hacer, nos hace daño lo que pensamos que sabemos y no sabemos.
  • retador (que te suponga un esfuerzo y que sea motivador). Si es demasiado fácil, igual es que no te aporta nada.
  • limitado en el tiempo (que tenga un plazo y no muy largo).

Definido el objetivo necesitamos explorar la realidad utilizando preguntas que nos ayuden a descubrir a qué distancia estamos del objetivo:

¿Dónde podríamos empezar a hacer esto?

¿Cuándo empezaste a pensar en este objetivo?

¿Qué otras veces te has propuesto un objetivo?

¿Qué harías si no tuvieras ninguna limitación?

Ahora buscaremos las opciones y caminos disponibles para acercarnos a él. Aquí es importante pensar sin complejos, sin límites.

Ustedes dirán que esto no parece fácil. Están en lo cierto. Decía Sun Tzu, en su libro El arte de la guerra: “Prever una victoria que el hombre corriente puede prever, no es el colmo de la habilidad”.

Si fuera fácil, lo harían otros.

Si no se nos ocurre nada podemos utilizar alguna técnica como el brainstorming o la galería de famosos.

El brainstorming es una técnica para provocar una lluvia de ideas que se puede hacer con los amigos, planteándoles nuestro objetivo y dejando que fluyan las más disparatadas soluciones.

La galería de famosos es algo fascinante. Busquen algún personaje famoso y piensen cómo lo hubiera hecho él, uno tras otro. No se rindan. Se van a sorprender: Luciano Pavarotti, Facundo Cabral, Napoleón, Cicerón, Sócrates… y miles de personajes que son nuestros aliados y nuestros amigos.

Y por último tenemos el plan de acción. Este tiene a mi entender tres elementos esenciales:

  • Un plazo: el plazo para llevar a cabo nuestro plan es esencial. Todo objetivo sin plazo se convierte en un sueño.
  • Las ayudas: las ayudas son esenciales a la hora de iniciar un proyecto. ¿Con qué y con quién contamos para conseguir el objetivo?
  • El grado de compromiso: quizá el más importante.¿Cuánto estamos dispuestos a luchar y apostar para conseguir nuestro objetivo?

Aquí tenemos una técnica para poder adquirir recursos. Existen otras. Elijan una, pero háganlo.

Seamos capaces de llenar nuestras mochilas de activos vitales que nos ayuden a ser más felices.

Un abrazo para todos y cada uno de ustedes.